Hermandad de La Quinta Angustia.

Historia.
La corporación es el resultado de la fusión, el 12 de abril de 1851, de dos cofradías de penitencia: la del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de María Santísima (fundada el 1500) y la del Dulce Nombre de Jesús (fundada en 1572).
Hermandad de la Quinta Angustia.
Jesús del Sagrado DescendimientoVirgen de la Quinta Angustia
La hermandad fue fundada en 1540 en la Casa Grande del Carmen de Sevilla. Allí residió durante siglos, haciendo estación penitencial cada Jueves Santo, sacando dos pasos, el primero de ellos alegórico, consistente en un sol eclipsado y otros jeroglíficos y el segundo en que se portaba el Descendimiento. En sus estatutos de 1541 figuraba también la celebración de la fiesta de la Invención de la Cruz, con presencia obligada de todos los cofrades y adorno de la capilla con profusión de cera.
Tuvo su primera capilla en el claustro principal. Recibió abundantes privilegios de la Comunidad del Carmen, siendo el motivo principal de estas concesiones la ayuda que la cofradía prestó al Convento durante la epidemia de peste de 1649.
Durante le siglo XVIII comenzó su decadencia, saliendo en estación por última vez en el año 1786. No obstante, volvió a reorganizarse en el año 1807, volviendo a realizar estación de penitencia.
En 1810, tras la invasión francesa, se traslada a la parroquia de San Vicente donde, tras no hallar siquiera altares adecuados, coloca las imágenes en el tránsito que va al cementerio de esta parroquia. En 1811 la Hermandad acordó trasladarse al Convento de San Pablo, que ya era parroquia de Santa María Magdalena, arreglando una capilla en la que luego estuvo la Hermandad del Santo Entierro. Nuevamente volvió al Convento del Carmen en 1815, quedándose la capilla mayor en un altar del lado de la nave del evangelio, dejando su antigua capilla como sala de cabildos.
En el año 1818 recibe el título de real y queda agregada a la Real de Luz y Vela de la capilla del Palacio Real de Madrid. Un año después, el día 23 de enero, el rey Fernando VII se declaró su hermano mayor honorario.
Otro traslado efectuó a la parroquia del Sagrario en el año 1840 y de allí a la iglesia de los Menores, hoy parroquia de Santa Cruz. En 1843 pasó a la iglesia de San Buenaventura, reparando el paso ese mismo año y haciendo estación de penitencia en 1844. En ese mismo año volvió a la Casa Grande del Carmen, donde hizo la Función de la Cruz. En el año 1851, y debido a la estrechez de la capilla del convento, se hizo el Quinario en la iglesia de San Alberto, y ese mismo año se recibieron de hermanos a los duques de Montpensier, habiéndolo hecho anteriormente la reina Isabel II.
Hermandad del Dulce Nombre.
El arzobispo de Sevilla, Cristóbal de Rojas y Sandoval, fundó la Hermandad del Dulcísimo y Santísimo Nombre de Jesús y Primera Sangre de Nuestro Señor Jesucristo en la iglesia de San Vicente, aprobándose sus reglas en 1572. En esas Reglas se previene que habría procesión de disciplinas el Jueves Santo y que se procurasen fuese la primera que saliese.
Puede sorprender que la figura del Niño Jesús tuviese cabida en la Semana Santa. Se debe a que la advocación del Dulce Nombre remite al momento de la Circuncisión, ceremonia en la cual los judíos imponen el nombren al recién nacido. Se trata del primer derramamiento de sangre de Cristo, por lo que se interpreta como una prefiguración de su obra redentora.
En 1576 se traslada a una capilla propia en el Barrio Nuevo de Colón (Los Húmeros), que se ignora donde fue. De aquí pasó al Hospital de la Santa Cruz en Jerusalén, actual Iglesia Conventual del Santo Ángel. El prior del Monasterio de San Pablo, de la Orden de Santo Domingo, fray Tomás Durán hace valer lo dispuesto por los pontífices de que las Hermandades del Dulce Nombre eran exclusivas de la Orden de Predicadores y trata de que se traslade a ese Convento. Tres años de pleitos terminan con el traslado el 8 de febrero de 1587, quedando como filial de la orden y, por tanto, exenta de la jurisdicción del Ordinario, adquiriendo en ese mismo año Capilla propia en dicho templo.
La imagen del Dulce Nombre de Jesús y el Resucitado, las realiza en 1582, Jerónimo Hernández de la Estrada. La Imagen del Niño Jesús, Titular de esta Hermandad, tenía gran devoción en Sevilla y fue solicitada con frecuencia para figurar en procesiones de otras Hermandades.
En 1590 le fue confiado el Patronato de los Niños Expósitos por el Cabildo Eclesiástico, que a su vez, treinta y dos años antes lo había recibido del arzobispo Fernando Valdés, su fundador en 1558. La Hermandad tuvo confiado este Patronato y su administración treinta y siete años, como lo prueban diversas escrituras otorgadas por la Hermandad en nombre del patronato.
En 1582 se hicieron hermanos del Dulce Nombre el insigne escultor Juan Martínez Montañés y su esposa, Ana de Villegas, regalando el imaginero a la Hermandad la imagen de la Virgen de la Encarnación, talla de medio cuerpo que se conserva en la Casa Hermandad. Igualmente desde finales del siglo XVIII pertenecieron a ella personas relevantes de las artes, las letras, la cultura y de la sociedad sevillana.
Diversos Pontífices le concedieron indulgencias, cuyas bulas se conservan, siguiendo la Hermandad una vida próspera y piadosa hasta el año 1763, en que fue el último en que hizo estación de penitencia, pues había comenzado su decadencia.
Fusión de ambas hermandades.
Paso de la Quinta Angustia en el interior de la iglesia de la Magdalena, en 2016.
Ambas hermandades de las que se conservan sus Reglas Fundacionales, se unen en el año 1851, siendo refrendada dicha fusión, por el cardenal Judas José Romo, arzobispo de Sevilla, quedando la Corporación establecida en su capilla del Dulce Nombre de Jesús, contigua a la Real Parroquia de Santa María Magdalena. Esta capilla, de estilo mudéjar, es la actual sede canónica de la hermandad.
Hasta el año 1851 cada hermandad funcionó de manera independiente. A partir de este año se hace estación con dos pasos. El primero, el Dulce Nombre de Jesús rodeado de Ángeles y figuras alegóricas, y detrás, el paso del Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
El 18 de mayo de 1854 la cofadría hizo función por la Solemne Declaración Dogmática de la Pura Concepción de María. Así mismo, con fecha 2 de diciembre de 1878, queda agregada a la Basílica Lateranense y, en 1879, recibe los títulos de pontificia y archicofradía del papa León XIII.
Siglo XX.
Durante los años 1932 al 1934 no hizo estación de penitencia debido a las circunstancias por las que atravesaba la nación.
En el año 1954 una representación de la Hermandad encabezada por el Estandarte Corporativo, acudió a Roma con motivo de la celebración del Año Santo Mariano imponiéndosele al mismo, allí en la Ciudad del Vaticano, la medalla conmemorativa de dicha efemérides.
El 26 de febrero de 1996 la imagen del Stmo. Cristo del Descendimiento, fue llevada a la Santa Iglesia Catedral para presidir el Santo Vía Crucis organizado por las Hermandades y Cofradías de la ciudad. La Bendita Imagen fue llevada procesionalmente, sobre andas, colgada de la Cruz por el Santo Sudario, siendo acompañado en el recorrido por sus hermanos que portaban cera encendida.
Nuestro Sagrado Misterio del Descendimiento ha acompañado a la magna procesión del Santo Entierro, siempre que en conmemoración de alguna efeméride esta se ha organizado.Detalle del Cristo
La capilla en la que se encuentra establecida la Archicofradía, formaba parte de la Iglesia Conventual de San Pablo y data su construcción del año 1248. Con posterioridad y al elevarse el nuevo templo en 1692 es respetada, restaurándose por el célebre arquitecto Leonardo de Figueroa y Reina. Está cerrada por tres espléndidas y valiosísimas cúpulas, en las que destaca particularmente la central con pinturas similares a las de la Capilla de San Gregorio de la Concepción Franciscana de Toledo. Restos de la antiquísima azulejería componen sus zócalos y valiosas pinturas y esculturas la completan, sumándose a ello el gran tesoro artístico que se contiene en el resto del templo parroquial.
Su altar principal fue obra de Juan Pérez Calvo en el año 1948, y en él se encuentran las imágenes titulares.
En sus primeros años de sacerdocio predicó numerosos cultos a nuestra hermandad Marcelo Spínola y Maestre, que más tarde llegaría a ser cardenal arzobispo de Sevilla, y que fue beatificado por el papa Juan Pablo II en el año 1987. Tuvo confesionario habitual en la capilla del Dulce Nombre de Jesús.
La imagen del Dulce Nombre de Jesús, que en la antigüedad iba en su paso, bendiciendo los atributos de la Pasión, actualmente procesiona sobre un templete tallado y dorado diseñado por el que fuese hermano Joaquín Bilbao Martínez en 1923. Es obra de Jerónimo Hernández de Estrada en el año 1582, autor así mismo del Cristo resucitado, que sobre peana dorada ocupa lugar en un lateral de la capilla.
El Dulce Nombre de Jesús procesiona en la actualidad en la Procesión Eucarística de la Hermandad Sacramental de nuestra Real Parroquia que se celebra el domingo de Corpus Christi, siendo costumbre que vaya acompañado de muchos hermanos, muy en especial de aquellos más pequeños que no pueden procesionar el Jueves Santo.
Condición de Real.
Fueron hermanos mayores honorarios de estas hermandades el rey Fernando VII que le concedió el título de Real, Isabel II, el Duque de Montpensier Antonio de Orleans y su esposa María Luisa de Borbón, el conde de Barcelona Juan de Borbón y Juan Carlos I.
Fue hermana honoraria Fabiola de Mora y Aragón, reina de Bélgica, y camarera de honor María de las Mercedes de Borbón y Orleans, esposa de Juan de Borbón. Felipe de Orleans, hijo de la sevillana María Isabel de Orleans, fue hermano mayor efectivo entre los años 1916 y 1926.

Jesús del Sagrado Descendimiento y Virgen de la Quinta Angustia.
En su estación de penitencia lleva un único paso que representa el momento en que está siendo descendido Cristo de la cruz, por José de Arimatea y Nicodemo que están subidos a las escaleras y sostienen el sudario, mientras son observados por San Juan, María Magdalena, María Salomé, María Cleofás y la Virgen, que sostienen la sábana.
La figura de Cristo fue tallada en 1659 por Pedro Roldán y fue restaurada en 1904 y en 1985.
La Virgen fue tallada en 1934 por Vicente Rodríguez-Casso, siendo restaurada en 1989, cuando se le realiza nuevo candelero. En el año 2013 se le realiza una breve limpieza y fijación de la policromía por Doña Esperanza Fernández Cañero.
Las figuras de Nicodemo, San Juan Evangelista, José de Arimatea y de las tres marías son obras salidas del taller de Pedro Roldán, si bien fueron atribuidas a Pedro Nieto, discípulo de Ocampo, pero el contrato de ejecución de dichas obras no se corresponde con las encargadas a este escultor, de pasta de madera y telas encoladas, y los actuales historiadores del arte las atribuyen al autor del Cristo, debiendo encargarse en esas mismas fechas. Tanto del Cristo como de estas imágenes no se conserva contrato de ejecución. Estas imágenes fueron restauradas por Gabriel de Astorga en 1854 y San Juan fue restaurado de nuevo por Joaquín Bilbao en 1922. En 1932 Vicente Rodríguez-Casso restauró todas las imágenes del misterio salvo el Cristo. Rodríguez-Casso realizó también una nueva cabellera para María Magdalena en 1951, siendo la anterior de cabello natural.

La canastilla del paso fue diseñada por el hermano Cayetano Sánchez Pineda, Académico de Bellas Artes, en el año 1900, está realizada en bronce, ébano, caoba y palo de rosa. Los moldes de las esculturas las realiza el escultor Emilio Bartolomé y el tallado José García Roldán, contratándose la fundición de las piezas de bronce a los talleres de Barcelona de Masriera y Campins. Se estrena en la Semana Santa del año 1904. El llamador, que representa un dragón rampante, lo realizó el consiliario de la hermandad y catedrático de escultura, Joaquín Bilbao. Los faroles del paso, están inspirados en los de la nao capitana del almirante Strozzi y que allá por 1582 se convirtiera en preciado botín para Álvaro de Bazán, en la batalla de las Azores (el fanal original se encuentra en el Museo Naval de Madrid).
La Virgen viste saya burdeos de Teresa del Castillo y Antonio del Canto de mediados del XIX y manto azul obra del taller de la familia Olmo, (1894), adquirido a la Hermandad del Prendimiento de Jerez de la Frontera en el año 1940, tras la pérdida del anterior en un incendio en casa de la entonces camarera de la imagen. La corona es de plata dorada de Jorge Ferrer (1941). San Juan Evangelista viste túnica verde de Teresa del Castillo, mediados del siglo XIX y mantolín rojo de autor desconocido. Las túnicas de María Salomé y María Cleofás son de Carrasquilla (mediados del siglo XX). María Magdalena viste ropa bordada de autor desconocido de mediados del siglo XIX. Los Santos Varones visten ropa bordada en la misma época por Teresa del Castillo.

Túnicas.
Los nazarenos de esta hermandad llevan sotana, capa y antifaz morados de lana de merino, bocamangas blancas con botonadura morada y ceñidor del mismo color. Portan el anagrama JHS en el lado izquierdo de la capa.
Acompañamiento musical.
Actualmente aunque aun no se a estrenado lleva la banda del Carmen de Villalba del Alcor.

Iglesia de Santa María Magdalena.
En 1248, el rey Fernando III cedió unas casas en la collación de Santa María a los dominicos. La orden fundó en este lugar el convento de San Pablo. En el 1250, en un capítulo provincial de la orden en Toledo, se asignó un número de frailes al convento. La donación de los inmuebles fue confirmada en 1255 por Alfonso X.
En 1324, el infante Felipe, que veneraba en gran medida a la Virgen de las Fiebres, concedió muchas limosnas a este convento. Esta imagen alcanzó notoriedad por su supuesta intervención en la curación de Pedro I en 1351. En agradecimiento, el rey ofreció al convento una estatua suya de plata, que quedaría destruida en un derrumbe en el año 1691. En torno a 1353, el convento quedó destruido por un incendio, Pedro I contribuyó a las obras de reparación en 1361.
En 1421, el cabildo de la ciudad concedió tres mil maravedíes para el capítulo general de la orden que tuvo lugar en el convento de San Pablo. Este cabildo también dio otras donaciones para diversos cultos. Los Reyes Católicos, que se encontraban en Medina del Campo, otorgaron al convento limosnas para la reparación de la techumbre de la iglesia, que había sido derribada por una fuerte tempestad, en 1504. El convento también recibió muchas ayudas de destacadas familias locales, algunas de las cuales recibieron sepultura en su iglesia.
En 1504, se creó en su seno un centro de estudios, Estudio General, que en 1552, por bula del papa Julio III, pasó a tener el rango de universidad.
En este convento se hospedaron muchos frailes dominicos que fueron, posteriormente, a evangelizar América y Filipinas. Algunas de estas misiones a las Indias fueron organizadas por Bartolomé de las Casas. En 1544 fue nombrado en este convento obispo de Chiapas.
Fue el mayor convento dominico de Andalucía. A principios del siglo XVII contaba con 200 frailes. En 1649 fallecieron 85 frailes por la epidemia de peste que asoló la ciudad. En 1757 había 190 frailes.
Tras los desbordamientos del río Guadalquivir que tuvieron lugar entre 1691 y 1692 la construcción medieval sufrió derrumbes y, finalmente, fue demolida para levantarse de nuevo. El templo actual fue realizado entre 1694 y 1709.
Durante la invasión francesa de Sevilla, las tropas saquearon el convento y lo ocuparon como cuartel y la iglesia del convento fue convertida en iglesia de Santa María Magdalena, en sustitución de la parroquia con esa titular que fue derribada en 1811, de acuerdo con el plan de derribos del asentista Mayer. La antigua iglesia parroquial se encontraba en la zona que actualmente ocupa la plaza de la Magdalena.
Posteriormente, los dominicos regresaron al convento, comenzaron a arreglar los desperfectos y volvieron a convertir este templo en su iglesia. La antigua parroquia de la Magdalena comenzó a reconstruirse en la parcela que ocupaba. Tras la desamortización de 1835 el convento fue dedicado a oficinas civiles y en 1842 se abandonó la reconstrucción de la antigua iglesia parroquial para tener aquí la sede definitiva de la iglesia de Santa María Magdalena.
El convento fue reformado en su interior para adaptarlo a los nuevos usos civiles. En 1889 se derribó el compás y su portada. En julio de 1906 el antiguo convento transformado en Gobierno Civil fue arrasado por un incendio. A lo largo del siglo XX se derribaron sus dos claustros y otras dependencias para proyectos de urbanismo. En el siglo XXI, solo se conservan del antiguo convento la iglesia, la sacristía y la Capilla de Montserrat.
La Iglesia de Santa María Magdalena es un templo católico y la sede de una real parroquia de Sevilla, Andalucía, España. El edificio es de estilo barroco. Fue proyectada por Leonardo de Figueroa y levantada entre finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, como Iglesia del convento de San Pablo el Real. Se declaró Bien de Interés Cultural en 1970.
Actualmente es la sede canónica de la Hermandad Sacramental de la Magdalena, de la Hermandad de Nuestra Señora del Amparo, de la Hermandad de la Quinta Angustia, de la Hermandad de Montserrat y de la Hermandad del Calvario.