La Giralda de Sevilla.
Período almohade.
Durante el periodo de dominación almohade, la ciudad de Sevilla se convirtió en la capital de Al-Ándalus, lo que trajo a la ciudad una actualización de sus infraestructuras procediéndose a la construcción de algunas grandes edificaciones.
Tenía orientación de norte a sur, ligeramente hacia el sureste, y su puerta principal correspondía a la actual Puerta del Perdón que da entrada al patio de los Naranjos, que formaba parte del recinto de la misma. El alzado exterior de la mezquita tenía influencias de la mezquita de Córdoba, mientras que la estructura de su planta procedía del modelo de las mezquitas marroquíes de Marrakech y de Tinmal.
En 1183
Al-Ándalus sufría una presión agresiva de las fuerzas castellanas y portuguesas, que hostigaban el campo sevillano. En respuesta, en diciembre de ese año el califa Abu Yaqub Yusuf puso en marcha un gran ejército en dirección a la península. Cruzó el estrecho de Gibraltar y entró en la ciudad de Sevilla el 25 de mayo de 1184. Con ocasión de su estancia en Sevilla, el 26 de mayo de 1184 ordenó al gobernador de la ciudad la construcción del alminar de la mezquita.
El nuevo califa, Abu Yúsuf al-Mansur (conocido entre sus súbditos como Muminin), hijo y sucesor de Yúsuf, que fue proclamado el 10 de agosto de 1184, en el alcázar de Sevilla,
La construcción de la Giralda
Arranca sobre una cimentación de 3,60 metros, muy poco más amplia que la propia torre, y que constituye la única cimentación del edificio, según los estudios arqueológicos, una gruesa capa de argamasa y una simple mejora del terreno, en el que quedaron incluidos los restos de anteriores construcciones musulmanas de la zona.
Las piedras que se emplearon tayud al adi fueron extraídas del muro del palacio del Alcázar de Ibn Abbad. Los muros de este palacio tenían características defensivas. Las piedras fueron bajadas sin necesidad de escaleras, ya que a estos muros se ascendía por una cuesta apta para caballos.
En el año 584 de la hégira (entre el 2 de marzo de 1188 y el 18 de febrero de 1189) se paralizaron las obras cuando fue destituido Ibn Saíd, que era el almojarife encargado del registro de los gastos. Ibn Saíd fue sustituido por Abu Bakr.
El 19 de junio de 1195
El emir Abu Yaacub al-Mansur derrotó a Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos. Al regresar ordenó la realización de unas grandes esferas de bronce dorado para ser colocadas en la parte superior del alminar. Fueron colocadas el 10 de marzo de 1198 en presencia del emir.
El esquema deriva del modelo de la mezquita de Córdoba. El primer cuerpo tenía 50,51 m de alto y una planta cuadrada de 13,61 m de ancho. El segundo cuerpo medía 14,39 m de alto y su planta era cuadrada de 6,83 m de ancho. Sobre el segundo cuerpo había una cúpula y sobre esta el yamur. La altura total de la torre era de 82 metros.
Período cristiano.
En 1248 se produjo la Reconquista de Sevilla por Fernando III el Santo y la mezquita fue consagrada como templo cristiano. Algo habitual cuando se conquistaban municipios musulmanes era añadir campanas a los alminares, así como retirar el yamur para colocar una cruz y, bajo ella, una veleta, aunque este yamur no se retiró.
No obstante, el 24 de agosto de 1356 se produjo un terremoto que trajo consigo el derrumbamiento de las cuatro bolas.
Según se desprende del Plano de Bidaurreta, 1480-1498, descubierto por Begoña Alonso mientras investigaba sobre unos canteros, único plano original que nos ha llegado de la catedral gótica, en el proyecto original la torre iba a ser derribada, pero se ha entendido que por necesidad económica o deseo de inaugurar lo antes posible el templo, se decidió mantenerla.
A mediados del siglo XVI
Canónigo Francisco Pacheco diseñó un programa iconográfico con murales para decorar la Giralda. Los frescos fueron realizados por el pintor Luis de Vargas entre 1553 y 1558. Gracias al cuadro de las Santas Justa y Rufina realizado por Miguel de Esquivel en 1620
Encima de este balcón, había una pintura de Cristo Crucificado con la Virgen María y San Juan Evangelista. A los lados de los demás balcones había otras pinturas de santos. En 2018, durante la restauración, se demostró que, en el siglo XVI, la Giralda estaba pintada con un color rojizo.
El 6 de junio de 1556
Falleció el Maestro Mayor de la catedral, Martín Gaiza, y el cabildo convocó un concurso para escoger a su sustituto. En 1557 se presentaron los maestros mayores de las principales capitales andaluzas: Hernán Ruiz, Andrés de Vandelvira, Francisco del Castillo, Juan de Orea, Luis Machuca y Pedro de Campo. También se presentó Miguel Gainza, que había sido aparejador en la catedral desde 1542. El 14 de diciembre fue escogido Hernán Ruiz. Al parecer, llegó de Córdoba con un proyecto definitivo de cómo debería renovarse la torre y contaba incluso con una maqueta de escala 1:50.
En 1565
Las obras de edificación ya estaban acabadas.
Este nombre quedó en testimonios escritos como El viaje entretenido (1603) de Agustín de Rojas Villandrando o en El Quijote (1605) de Miguel de Cervantes, que residió en la ciudad desde 1588. Al final ese denominación se aplicó al conjunto de toda la torre y la escultura pasó a ser conocida como Giraldillo.
Según los estudios durante su restauración, la escultura presenta un vientre abultado que se ha entendido como un embarazo de la diosa, a modo de representar la fortaleza y fecundidad de la Fe católica, ya que se realizó en pleno conflicto de religión en Europa, entre católicos y protestantes. Es la escultura en bronce del Renacimiento más grande del mundo.