Hermandad del Buen Fin.

Historia.
Fue fundada por el gremio de curtidores en 1590, en la iglesia de San Juan Bautista, conocida como iglesia de San Juan de la Palma. Sus reglas fueron aprobadas en 1593. Se fundó para dar culto a la Virgen bajo la advocación de Virgen de la Palma.
En los primeros años del siglo XVII se traslada al hospital de San Andrés y luego, en 1605, a la iglesia del convento franciscano de San Antonio de Padua. A lo largo del siglo XVII se crearía un estrecho vínculo entre los franciscanos y la hermandad, llegando a participar estos en sus actos.
La hermandad desapareció y en 1908 se reorganizó en la iglesia de San Antonio de Padua. Al principio sólo tenía un paso donde procesionaban juntos Jesús, las Marías, San Juan y la Virgen, pero en 1930 se estrena un paso de palio para la Virgen.
La Virgen de la Palma fue coronada canónicamente por el cardenal Carlos Amigo Vallejo el 8 de octubre de 2005 en la catedral.

Cristo del Buen Fin.
Es una talla de Cristo muerto en la cruz realizada por Sebastián Rodríguez, discípulo de Juan de Mesa, en 1645. El precio de la talla, según un contrato de 4 de octubre de 1645, fue de 150 ducados en «moneda de bellón». Fue restaurado en 1979 por Luis Ortega Bru.
El paso de Cristo, realizado entre los años 1881 y 1902, es de estilo neobarroco, y de color dorado, siendo iluminado por candelabros de guardabrisas. Los respiraderos se añadieron en 1928. El Cristo posee varios juegos de potencias en plata de ley sobredoradas, incluso las últimas realizadas con motivo de la salida del Vía Crucis del Consejo de Hermandades y Cofradías de 2008, aunque en la salida procesional del Miércoles Santo no vista ninguna de estas. En 1998 se suprimieron del paso de Cristo las figuras de la Magdalena, José de Arimatea, Nicodemo y un centurión romano, que habían sido añadidas en 1972, se replanteó el monte y se adaptaron los candelabros y las jarras. Esta modificación se realizó para realzar la figura del Cristo.

Virgen de la Palma.
En el paso de palio va la Virgen de la Palma.
La talla de la Virgen es de origen anónimo, del siglo XVII, restaurada en 1980 por Luis Ortega Bru. El paso es de estilo neorrenacentista, con respiraderos con escenas grabadas en plata y jarras de plata. Los candelabros de cola, hechos en 1990. El palio y el manto es de terciopelo azul con tallas y bordado en oro. La Virgen luce corona oro de ley, realizada por el orfebre Manuel de los Ríos en 2005 con motivo de su coronación canónica.

Túnicas.
Sus túnicas son de color marrón por su vinculación con la orden franciscana, de cola, con cíngulo en la derecha y tres nudos, similares al hábito franciscano, con antifaz del mismo color.
Acompañamiento musical.
Paso de Cristo: Banda de la Centuria Romana Macarena, Sevilla
En el Paso de Palio: Banda Nuestra Señora de las Nieves de Olivares, Sevilla

Iglesia de San Antonio de Padua.
La portada es del siglo XVII y la espadaña del siglo XVIII. La fachada está decorada con un azulejo de San Antonio con el Niño Jesús, realizado por Enrique Orce en 1948.
El retablo mayor proviene del Convento de San Felipe Neri. Fue realizado por Jerónimo Balbás en 1711. Las estatuas son propias de este convento. En el centro del primer cuerpo se encuentra la Virgen de la Palma, imagen anónima del siglo XVII. En el centro del segundo cuerpo está San Antonio de Padua con el Niño Jesús, de Felipe de Ribas de 1642. En el ático del retablo se encuentra un Crucificado del siglo XVII con tres clavos flanqueado por santos terciarios franciscanos. En las calles laterales se encuentran San Francisco y Santo Domingo, Santa Coleta y San Benito de Palermo.
Tiene un púlpito de mármol rojo y negro. Está decorado con relieves de San Antonio y San Buenaventura, separados por columnas salomónicas. Fue realizado en la década de 1730.
La sillería del coro procede del Convento de San Felipe Neri.
El templo alberga un retablo con una escultura de Santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús. Fue realizado a finales del siglo XVII. Junto a este hay un retablo con esculturas de San Francisco y San Sebastián, que pudieran ser del siglo XVIII. Así mismo, hay un retablo del siglo XVII modificado en el siglo XIX con una escultura de la Divina Pastora de José Montes de Oca de 1732.
En el lado del Evangelio están las estatuas de San Buenaventura y San Antonio. En la iglesia también se encuentra el retablo de San Francisco, del siglo XIX, de estilo neoclásico, flanqueado por San Sebastián y la Virgen de Fátima. Junto a él está el retablo de la Virgen de los Ángeles, del siglo XVII, flanqueada por San José, San Luis Gonzaga y San Juan Evangelista en el ático.
En la iglesia también se encuentra el Cristo del Buen Fin, de Sebastián Rodríguez, discípulo de Juan de Mesa, de 1645.