Hermandad de las Siete Palabras.
Historia.
Casa grande del Carmen.
En 1561 se fundó la Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza en la iglesia de la casa grande del Carmen. La devoción a la Virgen de la Cabeza tiene su origen en Andújar. Muchos de los cofrades de Sevilla eran del gremio de los curtidores. Las reglas fueron aprobadas en 1564 por el provisor del arzobispado, Juan de Ovando. En 1565 solicitaron a un cofrade que iba a Roma, Diego de la Fuente, que obtuviese del papa un jubileo para obtener indulgencias tres días del año: el de la Purificación (2 de febrero), la Festividad de la Virgen de la Cabeza (último domingo de abril) y la Festividad de San Miguel (29 de septiembre). En 1573 se redactaron unas nuevas reglas, que fueron aprobadas por el provisor, Juan Rodríguez. En 1583 adquirieron un terreno en el convento para construir una capilla propia. En 1583 el orfebre de plata y oro Agustín Velázquez y su esposa, Inés Piquer, donaron a la hermandad una imagen de la Virgen de la Cabeza con vestiduras de terciopelo carmesí y una corona de plata. Esta imagen no parece ser la actual de la hermandad, atribuida a Roque Balduque de hacia 1554.
En 1597 instalaron en su capilla un altar con una imagen de San Zoilo, mártir de Córdoba, y determinaron tomarlo como patrono y celebrar todos los años su festividad, el 27 de junio.
En el siglo XVI se fundó la Cofradía de los Sagrados Clavos de Nuestro Redentor Jesucristo, Virgen de los Remedios y San Juan Evangelista. En 1595 se encontraba establecida en la capilla de la Virgen de la Cabeza del convento del Carmen. Ese mismo año amplió sus reglas. Debían celebrar una Función a la Virgen en la Festividad de la Asunción y dos a san Juan Evangelista: una por la Pascua de Navidad y otra muy solemne en mayo. La hermandad procesionaba con un paso con imágenes del Libro de las Revelaciones, con una imagen de Cristo Crucificado, que en 1777 fue llamado Cristo de las Siete Palabras, y una de la Virgen Dolorosa.
En 1629 la Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza y San Zoilo y la Cofradía de los Sagrados Clavos de Nuestro Señor Jesucristo, Virgen de los Remedios y San Juan Evangelista se unificaron. En el acuerdo de la unificación estaba la realización de cultos a Santiago el Mayor.
En 1677 se fusionó con una cofradía dedicada a San Juan Evangelista que no tenía capilla propia y a la que pertenecía el gremio de los impresores.
En 1721 una de las paredes de la capilla se encontraba en ruinas y, antes de ser reparada, se produjo su derrumbe. Se comenzó con la reconstrucción de la capilla, pero tuvo que suspenderse por falta de recursos en 1732. Para costear las obras, se tuvieron que vender diversos enseres, entre los que se encontraba el paso.
En 1798 se unió a la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús. Sus nuevas reglas fueron aprobadas por el Consejo de Castilla. En 1777 la imagen de Cristo Crucificado ya era conocida como de las Siete Palabras. En las reglas la hermandad pasó a titularse del Santísimo Cristo de las Siete Palabras.
En 1858 se escogió como hermano mayor al abogado José Bermejo y Carballo, que ocupó el cargo su fallecimiento, en 1888. Bermejo dirigió la hermandad con gran éxito y aumentó el número de hermanos.
Iglesia de San Vicente.
En 1511 Teresa Enríquez fundó una hermandad sacramental en la parroquia de San Vicente que aprobó sus primeras reglas en 1532. Esta hermandad donó a la parroquia el altar mayor, realizado por Cristóbal de Guadix en 1690.
En 1562 surgió en la misma iglesia una corporación de ánimas para el rezo llamada Hermandad de las Ánimas Benditas. Esta hermandad tenía una imagen de San Miguel Arcángel, realizada por Pedro Roldán. La hermandad sacramental y la de ánimas se fusionaron en 1794.
En 1672 surgió una hermandad de gloria que realizaba rezos públicos del rosario presididos por un simpecado. Esta hermandad tenía también una Virgen del Rosario y procesionó con ella a partir de 1777. La Hermandad del Rosario se fusionó con la Hermandad Sacramental y de Ánimas en 1947.
Tras el cierre del convento en la Revolución de 1868, la cofradía de nazarenos abandonó el convento del Carmen Calzado, forzada por el decreto de incautación de la Junta Revolucionaria. Se trasladó a una capilla de la iglesia de San Vicente, que había pertenecido a Francisco Griego en el siglo XVI. En 1569 los herederos del armador, capitán de navío y mercader Francisco Griego, encargaron un retablo pictórico al escultor Jerónimo Hernández y al pintor Pedro de Villegas Marmolejo, para la capilla que este tenía en el templo. Estos cuadros se conservan en la capilla, siendo uno de gran tamaño de la Virgen con el Niño Jesús, con la advocación de Virgen de los Remedios, rodeado por otros de menor tamaño de San Jerónimo, las Santas Justa y Rufina, San Juan Bautista, San Nicolás de Bari, San Sebastián y San Roque.
Desde este templo continuó la práctica del ejercicio penitencial del Miércoles Santo con el paso de las Siete Palabras.
Desde 1957 el instituto armado de la Guardia Civil tiene el cargo de hermano mayor honorario. Un grupo de guardias civiles escoltó el paso de palio de la Virgen de la Cabeza desde 1958 hasta 1999. En 2013 se recuperó esta tradición.
El 9 de septiembre de 1966 la Hermandad de las Siete Palabras se fusionó con la Hermandad Sacramental, de Ánimas y del Rosario, de esta misma iglesia.
Jesús de la Divina Misericordia.
La imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas es atribuida al escultor cordobés Felipe de Ribas de entre 1640 y 1641.
Luis Ortega Bru realizó un nuevo cuerpo, conservando las manos y la cabeza, y cambió su posición en 1977.
El paso es de estilo neobarroco, en plata de ley, realizado en el Taller de Viuda de Villarreal desde 1977 hasta el año 2000. Está iluminado por cuatro faroles plateados (realizados por Antonio Sandarán en 1913). El Señor lleva potencias flordelisadas, en plata sobredorada, realizadas en 1698. La cruz procesional fue obra del tallista Manuel Guzmán Bejarano en 1977.
Cristo de las Siete Palabras.
El Cristo de las Siete Palabras es un Crucificado. Las Siete Palabras (Septem Verba, en latín) es como se conoce a las siete cosas que dijo Cristo en su Crucifixión. En el paso de misterio se encuentra acompañado de la Virgen de los Remedios, San Juan Evangelista, Santa María Magdalena, Santa María de Cleofás y Santa María Salomé.
El Crucificado fue realizado en 1682 por Felipe Martínez para la Hermandad del Cristo de la Sangre, Virgen de la Candelaria y San Juan Bautista, que tenía su sede en la iglesia del convento de San Francisco de Paula, que es la actual iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Esta corporación decayó en el siglo XVIII y estaba ya desaparecida a finales de aquel siglo. En 1868, la iglesia de San Francisco de Paula fue clausurada por la Junta Revolucionara y sus bienes fueron trasladados al convento de Madre de Dios para el traslado a otros lugares. Este Crucificado fue entregado para el oratorio privado de José María Cisneros y Lanuza. En la segunda mitad del siglo XIX la hermandad quería un Crucificado de mejor hechura, ya que el que tenían estaba realizado con la técnica del papelón y había precisado de diversas restauraciones. Honorio Cisneros cedió la imagen a la Hermandad de las Siete Palabras en 1881.
Cuando la imagen llegó a la hermandad, en 1881, fue restaurada por Emilio Pizarro de la Cruz.
Las potencias del Cristo y los casquetes de la cruz son de plata dorada y fueron realizados por Orfebrería Andaluza en 1992. En el año 2013 estrenó una corona de espinas de plata realizada por Joaquín Ossorio.
El paso es de estilo neobarroco, dorado e iluminado por seis candelabros de guardabrisas. Fue realizado en 1881 por Ricardo Reguera, basándose en un diseño de Joaquín Díaz Montero. Hay cuatro ángeles, cada uno en una esquina, de 1923. Lleva faldones de damasco rojo con cenefa bordada en oro realizados por Fernández y Enríquez en 2009.
Virgen de los Remedios.
La Virgen de los Remedios acompaña al Cristo de las Siete Palabras en el misterio. Fue realizada en 1865 por Manuel Gutiérrez Reyes-Cano. Fue restaurada por Germán Rodríguez Tovar en 1952. Jesús Curquejo Murillo realizó una intervención de leve importancia en 1992, en relación con la posición de la Virgen.
La corona de la Virgen de los Remedios es de cobre dorado. Fue realizada por Cristóbal Ortega en 1893.
Virgen de la Cabeza.
A finales del siglo XIX la hermandad encargó a Emilio Pizarro de la Cruz la realización de un misterio alegórico del Sagrado Corazón de Jesús. Para esto, utilizó unos ángeles provenientes de la capilla de la Encarnación de Triana, que había sido clausurada. En 1956 se quiso incorporar un paso de palio con la Virgen a la procesión. El escultor Manuel Escamilla Cabezas tomó la imagen de uno de los ángeles realizados por Emilio Pizarro, que representaba a la Justicia, y la modificó para que fuese la Virgen de la Cabeza. En 1978 Manuel Escamilla le realizó unas nuevas manos. En 2008 fue restaurada por Pedro Manzano Beltrán, que realizó también un nuevo candelero.
La corona es de plata dorada. Fue realizada en el Taller de Viuda de Villarreal en 1972.
La Virgen lleva un manto rojo y una saya blanca en terciopelo bordado en oro por Manuel María Ariza en 1863; ambas obras fueron realizadas para la Virgen del Rosario de dicha hermandad.
El palio tiene bambalinas diseñadas por José Asián Pérez. Las delanteras fueron realizadas por Jesús Rosado Borja de Écija en 2017 y las traseras por José Ramón Paleteiro Bellerin en 2014. El techo es de terciopelo burdeos. Toda la orfebrería del paso es de metal plateado y fue realizada por Manuel Villarreal Femández entre 1958 y 1960. Los varales fueron restaurados en 2014. Los candelabros de cola tienen doce brazos y en sus bases tienen una reproducción de la Virgen de la Cabeza de Andújar y el escudo de la Guardia Civil.
Túnicas.
Túnica blanca de cola con escapulario carmesí.
Acompañamiento Musical.
Antecediendo el paso de Jesús de la Divina Misericordia acompaña una capilla musical.
El paso de misterio de las Siete Palabras lleva detrás la Banda de Cornetas y Tambores Esencia de Sevilla.
El paso de palio de la Virgen de la Cabeza lleva la Banda del Carmen de Villalba del Alcor, provincia de Huelva
Iglesia de San Vicente .
Se trata de una iglesia gótico-mudéjar de las muchas que se levantaron en el interior del recinto amurallado de la ciudad durante el siglo XIV, si bien ésta es una de las que resultaron más reformadas y ampliadas de ese grupo en los siglos siguientes, en especial en los comprendidos entre el XVI y el XIX.
Levantada, al parecer, sobre los restos de un templo paleocristiano y visigodo, la iglesia al exterior casi no presenta rasgos de su estructura original, salvo una portada gótica situada a los pies, muy sobria y sencilla, formada por unas simples arquivoltas de arcos apuntados.Retablo mayor de San Vicente en interior.
El templo alberga la Inmaculada de San Vicente, un pintura atribuida a Murillo fechada hacia 1640-45. En el altar mayor luce un retablo barroco obra de Cristóbal de Guadix de finales del siglo XVII. Está presidido por la imagen de San Vicente, obra atribuida al taller de Roldán y flanqueada por esculturas de santos y santas de Joaquín y José Cano (1753). En el ático lleva un Cristo Crucificado del siglo XVI obra de Roque Balduque junto con su madre y San Juan Evangelista. A ambos lados del presbiterio se ha colocado modernamente la sillería del coro que se retiró de los pies de la nave.
La capilla de la cabecera de la nave de la epístola es un recinto formado por dos capillas, la primera de 1584, y que sería ampliado en 1817. Se cubren por dos cúpulas una octogonal y otra semiesférica, con linterna. Lo preside un retablo realizado con restos procedentes del Convento del Carmen para la Virgen del Rosario (titular de la Hermandad de las Siete Palabras), renovado en 1785. Actualmente en esta capilla se encuentra la Virgen de los Dolores, talla atribuida a Blas Molneren un altar lateral y la imagen de Jesús de las Penas, atribuida a Pedro Roldán en una peana de mármol verde y blanca en el frontal de la capilla. En esta capilla, cedida a la Hermandad de las Penas desde 1946, destaca el zócalo de azulejos de 1602 que realizara Hernando de Valladares. Aunque ahora se encuentra en la nave de la iglesia, antiguamente presidía la capilla exterior el retablo ejecutado por Andrés de Ocampo entre 1603 y 1605, junto con los relieves del Descendimiento y de la Exaltación de la Serpiente en el desierto.
En el lado del evangelio destaca la capilla de la Archicofradía Sacramental de las Siete Palabras, de factura mudéjar y planta cuadrada; se cubre mediante cúpula octogonal apoyada sobre trompas y es la parte más antiguas de la iglesia. Restaurada en 1873 y entre 1936-1939. Preside la capilla el misterio del Cristo de las Siete Palabras -del siglo XVI y perteneciente a Felipe Martínez- María Santísima de los Remedios y San Juan Evangelista, en el centro. En un altar lateral podemos contemplar una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y en la pared opuesta un grupo pictórico, donde destaca la imagen de la Virgen de los Remedios de Pedro de Villegas Marmolejo.
En la misma nave del evangelio se abre la imponente capilla sacramental, realizada según proyecto del arquitecto Pedro de Silva en 1761 tras la destrucción de la anteriormente existente a causa del Terremoto de Lisboa de 1755. Es de planta rectangular de dos tramos, el primero cuadrado cubierto con cúpula y linterna, y el segundo rectangular cubierto con bóveda de cañón rebajado. En el testero destaca el retablo del comulgatorio, en estilo rococó, y con un camarín con ventana a la plaza posterior, realizado para el Nazareno de la Divina Misericordia, de la Hermandad de las Siete Palabras. En sus altares laterales podemos contemplar las imágenes de la Virgen de la Cabeza, tanto dolorosa como gloriosa.
La Virgen del Rosario, titular gloriosa de la Hermandad de las Siete Palabras, está situada en un lateral de la cabecera del lado del Evangelio. La Virgen del Rosario de autor desconocido, puede considerarse la patrona o protectora de la feligresía. Aunque en otro tiempo presidió el altar de su capilla (cedida a la Hermandad de las Penas) y el altar de la capilla sacramental (presidido por el Nazareno de la Divina Misericordia).